miércoles, 10 de febrero de 2016

Alimentación del niño pequeño

Realmente, mi conocimiento y profundización en este "tipo de crianza respetuosa", que me ha llevado a varias lecturas, nace de la necesidad de aclarar una duda existencial como madre.

El primer gran bache que encontré a lo largo de la maternidad fue cuando llegó el momento de introducir "otros alimentos" a la peque. La única referencia que teníamos era un par de folios a doble cara que nos facilitaron en el centro de salud, y que nos pareció un listado de recetas de pociones mágicas que ir suministrando a la peque con algún propósito que ignorabamos.

Aturdida, decidí asistir por primera y única vez, y bienvenido fue, a una reunión de un grupo de apoyo a la lactancia materna que me quedaba cerca, con el propósito de averiguar que p*rr*s hacían otras madres y, sobretodo, cuales eran las herramientas para dar de comer a los niños. El hecho de haber amamantado a la peque durante seis meses, y de no haber utilizado otra herramienta para la alimentar que no fuera mi propia teta, me había convertido en una auténtica iletrada.

Niña comiendo de Picasso (mamoamimama)
Niña comiendo de Picasso
Las respuestas y referencias que me dieron fueron maravillosas:

- No es necesario pensar en biberones si el niño no lo ha tomado antes.
- No es necesario pensar en alimentación comercializada como infantil (potitos varios). Hay alimentos que consumimos en casa diariamente a base de cereales (pan, galletas). Yo soy canaria, por lo que, además, podemos tener gofio y cocinar con mazorca (es muy habitual en la cocina canaria y riquísimo)
- No es necesario pensar en cantidades exactas, hay niños que comen más que otros.
- No es necesario aprovisionarse de nuevos instrumentos para alimentar a nuestros hijos. En relación a esto, desde mi punto de vista, no hay nada mejor como las cucharillas de acero de siempre del cajón de los cubiertos. Además, los niños pueden coger trocitos pequeños de alimentos con sus dedos y llevárselos a la boca (bajo estricta vigilancia): manzana o pera rallada, migas de pan o galleta.
- No es necesario hacer una comida diferenciada a la de los propios adultos, siempre y cuando sea saludable, y dentro del sentido común.
...
- Leer "Mi niño no me come" de Carlos González. (Y menos mal que lo leí antes de darme cuenta que la peque apuntaba maneras de ser lo contrario de glotona. Gracias)

Para mayor y mejor información, copio las directrices de la OMS:


Alimentación del niño pequeño (OMS)

- Seguir con la lactancia materna a demanda, con tomas frecuentes, hasta los dos años o más.

- Ofrecer una alimentación que responda a las necesidades del niño (por ejemplo, darles de comer a los lactantes y ayudar a comer a los niños mayores; darles de comer lenta y pacientemente, alentándolos a que coman, pero sin forzarlos; hablarles mientras tanto, y mantener el contacto visual).

- Mantener una buena higiene y manipular los alimentos adecuadamente.

- Empezar a los seis meses con pequeñas cantidades de alimentos y aumentarlas gradualmente a medida que el niño va creciendo.

- Aumentar gradualmente la consistencia y variedad de los alimentos.

- Aumentar el número de comidas: dos a tres al día para los lactantes de 6 a 8 meses, y tres a cuatro al día para los de 9 a 23 meses, con uno o dos refrigerios adicionales si fuera necesario.

- Ofrecer alimentos variados y ricos en nutrientes.

- Utilizar alimentos complementarios enriquecidos o suplementos de vitaminas y minerales si fuera necesario.

- Durante las enfermedades, aumentar la ingesta de líquidos, incluida la leche materna, y ofrecerles alimentos blandos y favoritos.

Y aquí más: http://www.who.int/nutrition/topics/complementary_feeding/es/

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