Familia de acróbatas con mono de Picasso |
La familia del arlequín de Picasso |
Como introducción, veamos cual es el estado de la cuestión:
Hace un siglo empezaron a construirse lo que se llamaron viviendas mínimas (tal cual); que vienen siendo, más o menos, las casas que hoy ocupamos los que vivimos en zonas urbanas, bien sea en bloque de varias viviendas o, bien, en viviendas individuales.
Da la casualidad que hace un siglo, por ejemplo, empezó a ser muuuuuy importante que los niños pequeños durmieran en su propia habitación, pero esto lo dejo para la próxima.
En sitios ocurrió antes y deprisa, en sitios ocurrió después y despacio, pero, en definitiva, a lo largo de las primeras décadas del siglo XX (según los conflictos bélicos lo permitieran), las ciudades de medio mundo empezaron a experimentar un aumento de población sin precedentes, y prácticamente inasumible, debido a las migraciones de futuros obreros del campo a la ciudad.
De este modo, desde la arquitectura, hubo que ponerse manos a la obra y pasaron muchísimas cosas que impulsaron nuevas maneras de habitar. Sobre todo se empezó a experimentar con la vivienda, como unidad que conformaba la ciudad, y que, como el resto de los objetos que se fabricaban en las fábricas de turno, empezó a ser fabricada en serie y normalizada.
Esta tipología de vivienda mínima, normalizada y fabricada en serie para almacenar a la clase obrera sobrevivió a los conflictos bélicos y a las distintas facciones políticas que pudieran aparecer en cada momento y llegó a convertirse en las viviendas que hoy ocupamos (con ciertas salvedades) y que no dejan de ser un artefacto con manual de instrucciones.
Y lo del manual de instrucciones es cierto, en próximos artículos os pasaré algunos.
Hace un siglo empezaron a construirse lo que se llamaron viviendas mínimas (tal cual); que vienen siendo, más o menos, las casas que hoy ocupamos los que vivimos en zonas urbanas, bien sea en bloque de varias viviendas o, bien, en viviendas individuales.
Da la casualidad que hace un siglo, por ejemplo, empezó a ser muuuuuy importante que los niños pequeños durmieran en su propia habitación, pero esto lo dejo para la próxima.
En sitios ocurrió antes y deprisa, en sitios ocurrió después y despacio, pero, en definitiva, a lo largo de las primeras décadas del siglo XX (según los conflictos bélicos lo permitieran), las ciudades de medio mundo empezaron a experimentar un aumento de población sin precedentes, y prácticamente inasumible, debido a las migraciones de futuros obreros del campo a la ciudad.
De este modo, desde la arquitectura, hubo que ponerse manos a la obra y pasaron muchísimas cosas que impulsaron nuevas maneras de habitar. Sobre todo se empezó a experimentar con la vivienda, como unidad que conformaba la ciudad, y que, como el resto de los objetos que se fabricaban en las fábricas de turno, empezó a ser fabricada en serie y normalizada.
Esta tipología de vivienda mínima, normalizada y fabricada en serie para almacenar a la clase obrera sobrevivió a los conflictos bélicos y a las distintas facciones políticas que pudieran aparecer en cada momento y llegó a convertirse en las viviendas que hoy ocupamos (con ciertas salvedades) y que no dejan de ser un artefacto con manual de instrucciones.
Y lo del manual de instrucciones es cierto, en próximos artículos os pasaré algunos.
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