En la entrada anterior hacía referencia a la influencia que puede tener en nuestros hábitos la forma de nuestra vivienda. Cuando digo forma quiero decir, a groso modo, distribución, tamaño y posición de las distintas dependencias dentro de la vivienda, y la atribución de usos de cada una de ellas.
También comenté, en la entrada anterior, que existían auténticos "manuales de instrucciones" que regían la forma de nuestras viviendas (y, por tanto, influyen en nuestros hábitos).
La imagen que os paso a continuación pertenece a un manual (muy gordo) diseñado en 1936 por un arquitecto alemán llamado Ernst Neufert. Cierto es que existen reediciones de este manual hasta los años '90 , pero sin mucha novedad. Por si hay alguien interesado, el "manual de instrucciones" se llama "Arte de proyectar en Arquitectura" (más conocido en el gremio como "El Neufert"). El manuel "gordo" tiene un hermano menor llamado "Casa-Vivienda-Jardín", en el que se extracta solo lo relativo a vivienda (sin variaciones con respecto al manual gordo), y en el que se encuentran estas instrucciones para obtener "Un dormitorio" (o estancia destinada a dormir). La edición de la que he sacado la imagen es de 1999. Podéis ver que hace referencia a dimensiones, muebles a considerar y distribución de estos en el espacio del dormitorio, lo que viene siendo algo, aparentemente, muy lógico.
Este se trata de uno de los manuales más influyentes. Miradlo, no tiene desperdicio para quien quiera entenderlo. Por cierto, este manual concreto sigue siendo bibliografía obligatoria en las escuelas de arquitectura.
No me quiero enrollar, pero si alguien no se siente identificado, este tipo de "manuales de instrucciones" referente a viviendas hace referencia en el 99% de los casos a viviendas de uso convencional, esto es, suponiendo que los destinatarios son familias nucleares (padres e hijos).
Dormitorios según Neufert
Distribución de dormitorios de Neufert |
Como veo que el texto no se lee bien de entrada, transcribo:
"De las características de la cama depende, en gran medida, lo bien que se duerme (Empezamos bien). Las medidas más usuales son: 90x190, 100x190, 100x200 y 160x200 (Estas dimensiones son estándar (vamos, las que se compran en las tiendas), en España tenemos las de 80, 90 y, más raro, 105, todas por 190 (que serían las individuales) y las de 135 y 150 por 190 (que serían las de matrimonio), y luego estarían las de IKEA, más grandes porque los nórdicos son más grandes)...Una cama debería ser unos 25 cm más larga que la altura del usuario (los españoles más bajos que los alemanes). Alrededor de la cama deberían haber entre 60 y 75 cm libres. Es importante para hacer la cama y si hay armarios en las paredes laterales (para que se puedan abrir las puertas). A izquierda y derecha de la cama también pueden colocarse mesitas donde apoyar una lámpara para leer (Vamos, que si al lado de su cama usted tiene más espacio del que necesitaría solo para entrar en la cama, tenga en cuenta que es para colocar mesas de noche). Se necesitan aprox. 1m de armario por persona. Si no hay suficiente espacio en el dormitorio, hay que utilizar el pasillo. Además de la iluminación general se necesita luz para leer. En el dormitorio ha de haber un espejo de cuerpo entero, que también se puede colocar en la puerta de un armario. (Y punto)
Insisto que este tipo de instrucciones hacen referencia a viviendas para padres e hijos... y, vualá, ¿Cuál es el hábito para dormir que nos marca?, pues no hay mucha libertad: Una habitación para cada miembro de la familia (Una para el matrimonio y otras para los hijos). Claro está que cada uno podrá hacer de su capa un sayo, romper con los convencionalismos e ignorar las pautas que nos marca nuestra vivienda, lo cual ME ENCANTA. Y me encantaría compartir mis ideas y experiencia de cómo adaptar las viviendas convencionales (yo vivo en una) a hábitos de crianza emergentes que han estado denostados durante tantas décadas.
Insisto que este tipo de instrucciones hacen referencia a viviendas para padres e hijos... y, vualá, ¿Cuál es el hábito para dormir que nos marca?, pues no hay mucha libertad: Una habitación para cada miembro de la familia (Una para el matrimonio y otras para los hijos). Claro está que cada uno podrá hacer de su capa un sayo, romper con los convencionalismos e ignorar las pautas que nos marca nuestra vivienda, lo cual ME ENCANTA. Y me encantaría compartir mis ideas y experiencia de cómo adaptar las viviendas convencionales (yo vivo en una) a hábitos de crianza emergentes que han estado denostados durante tantas décadas.
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