miércoles, 13 de enero de 2016

¿Qué elección tenemos las madres trabajadoras?

Una imagen vale más que mil palabras, y, aunque el ejemplo sea la mejor forma de predicar y romper prejuicios, el programa de Podemos, en términos de crianza, se queda aun muy lejos de garantizar esta libertad ni a un mínimo de mujeres.

Diputada-Podemos-amamanta-bebe
Fomentar el acceso a "educación" pública y gratuita desde, prácticamente, el nacimiento de "las criaturas" (que es la propuesta de Podemos), ciertamente, garantiza la libertad de que ambos progenitores retomen sus compromisos laborales/profesionales "lo antes posible" sin que "la criatura" los moleste, ¿Esto es un gran cambio? Esto es un cambio bastante mediocre (Y que vaya por delante que mi peque empezó a ir a la guarde antes de los 6 meses, un auténtico disparate, y que nos hubiera venido muy bien disfrutar de una "educación" pública y gratuita para tal edad).

Lo que hacen falta son políticas que permitan a los padres (madres) retomar sus compromisos laborales/profesionales cuando ellos lo consideren , por necesidad o por dese, (No me voy a repetir recordando la edad a la que la OMS recomienda prolongar la lactancia materna (2 años)) sin que nadie suponga que para tal cosa debe existir una separación entre los padres, madre o padre (aunque me inclino más a madre, pero por no ser políticamente incorrecta) y el bebé.

Sin hablar de los permisos de paternidad/maternidad, según propuesta de podemos un pelín más largos e intransferibles. ¿Intransferibles!, rozando de nuevo la incorrección política, en condiciones de igualdad entre padre y madre, no es por nada, la madre es la que cría a su hijo al pecho, por lo que es absurdo considerar que permisos intransferibles para ambos progenitores sea lo lógico si se están vendiendo determinadas políticas de crianza .

Esta imagen sería verdaderamente plausible si el programa electoral de este partido diera alguna pista de pretender garantizar esta libertad (la que tiene la diputada acompañada de su bebé a una reunión) a las mujeres españolas, mientras esto no ocurra lo único que habrá es lo mismo.

Una mujer española, durante los cuatro meses posteriores al nacimiento de su hijo puede elegir entre saciar sus deseos de criar a su hijo o saciar sus deseos de realizarse profesionalmente. Lo segundo supondría que diariamente compartiría con el recién nacido menos de la mitad del tiempo en que este está despierto. Después del cuarto mes (o del sexto, me da igual), no tiene elección (hay mujeres que no pueden cogerse una excedencia por motivos económicos).

Insisto en que tener guarde gratuita y una tendencia a ampliar los permisos de paternidad/maternidad está muy bien, pero no incorporan factores de cambio. Los niños seguirán siendo, y cada vez más, "educados" por el mismo sistema y los padres se incorporarán
al mismo sistema laboral.

lunes, 11 de enero de 2016

La esencia de las cosas. Adiós a los prejuicios.


Hace mucho tiempo que la peque puso patas arriba mi mundo, nuestro mundo (el de papá también), desvelándonos realidades que antes no veíamos, arrancándonos los prejuicios que tanto le había costado a este mundo cruel inculcarnos, pero ella lo consiguió, fue más astuta y venció al sistema, a las convenciones sociales, enseñándonos a amar sin condiciones, construyéndose una atmósfera segura para un crecimiento sano.
Gracias Hija

Madre e hijo de Picasso



sábado, 9 de enero de 2016

Miedos Nocturnos

Hace poco, esa persona bajita que vive con nosotros en casa, lloraba desconsolada en mitad de la noche, soñando, supongo, con algo que le debía dar mucho miedo.

No había nada que la consolara. Me tumbé a su lado, pero no sirvió de nada. Le ofrecí mi pecho, pero no sirvió de nada. La abracé, pero so sirvió de nada. Le dije palabras de apoyo y cariño, pero no sirvió de nada.

Solo al cargarla en mis brazos se calmó. Y, al tumbarla, de nuevo lloró desconsoladamente, así en sucesivas ocasiones, hasta que consiguió que su somnolienta madre diera con la solución...

- Si solo se calma cuando la cargo en mis brazos - me dije - Lo que necesita es estar segura de que su mamá no la soltará. - Pensé - No le vale mi simple presencia, ni mi tacto, ¡ni mi pecho!... Solo le vale que la cargue. Lógicamente, ella sabe que si la cargo, no dejará de existir contacto entre nosotras, ya que de lo contrario ¡Se caería al suelo!; algo que, por otro lado, aunque ella no fuera consciente de ello, podría ocurrir. Una madre trabajadora que practica una crianza comprensiva y respetuosa sin miramientos, puede perder el control sobre su propio cuerpo a no se que hora de la noche, ¡por mucho que el resultado de tal inconsciencia fuera soltar a su hija y que cayera al suelo!

Algo tenía que hacer, no me quedaba mucho tiempo, aguantar más rato en esa posición pondría en peligro la integridad de la pobre indefensa. Piensa, piensa...

Sleepy Baby de Mary Cassatt

Así que, apelando a la confianza incondicional que la peque tiene en sus padres, le comenté que mamá necesitaba descansar, de lo contrario... (bueno, no le iba a decir que se me caería al suelo), que mamá se tumbaría en la cama con ella encima, todo mientras me tumbaba de cubito supino, sin soltarla, y haciendo una coreografía perfecta en la que el cuerpo de la peque y el mío, de forma delicada, alcanzaran una postura relativamente cómoda, Y así, ella durmió, y mamá también, por supuesto en esa postura por horas, disfrutando del placer de sentir a mi niña tranquila y segura sobre mi pecho.

Moraleja: Respetando los miedos del pequeño, el pequeño perderá el miedo.